sábado, 3 de octubre de 2009

Tango y Candombe, patrimonio cultural intangible de la humanidad

El tango y el candombe fueron declarados el 30 de septiembre patrimonio cultural intangible de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Argentina y Uruguay presentaron conjuntamente la candidatura del tango, y este último país propuso el candombe.
La tradición tanguera nació en la cuenca del Río de la Plata, entre las clases populares de Buenos Aires y Montevideo y hoy se ha convertido en una comunidad que incluye a músicos, bailarines profesionales y aficionados, coreógrafos, compositores, letristas y profesores de este arte.
El candombe es una manifestación de la cultura afro-uruguaya que se transmite de generación en generación entre las familias de ascendencia africana, pero que pertenece a todos los uruguayos, destacó Frederic Vacheron, experto de la UNESCO en Montevideo.
“No se trata de una expresión que se limita a la comunidad afro-descendiente, es una expresión nacional. Para la UNESCO lo más importante es el aspecto cultural”, dijo.
En la capital uruguaya todos los domingos y muchos días festivos, las llamadas de tambores del candombe resuenan en el barrio Sur de Montevideo y en los de Palermo y Cordón, que albergan una población de origen africano.
Tras de ellos marchan en filas, los demás tamborileros, mientras que otros participantes, aficionados al baile o espectadores, acompañan el desfile o lo contemplan desde los balcones, señaló la UNESCO.

Qué es el Patrimonio Inmaterial
La Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia que vio la luz en Abu Dhabi contiene 12 elementos culturales propuestos por Estados Partes en la Convención cuya viabilidad corre peligro a pesar de los esfuerzos de las comunidades o grupos que los practican. Con la inscripción en esta Lista, el Estado se compromete a poner en marcha planes de salvaguardia específicos y podrá beneficiarse de asistencia financiera procedente de un Fondo creado a tal efecto.
Por su parte, la Lista Representativa, que contaba ya con 90 elementos inscritos (tras la incorporación de 90 Obras Maestras proclamadas antes de la entrada en vigor de la Convención), se vio enriquecida con 76 nuevos elementos que cumplan con una serie de criterios definidos en las directrices operativas. Entre ellos figura el de contribuir a dar a conocer el patrimonio cultural inmaterial y a que se tome conciencia de su importancia, contar con medidas de salvaguardia que permitan protegerlo y promoverlo, figurar en inventarios nacionales o regionales y haber sido propuesto con la participación más amplia posible de la comunidad que lo practica así como con su consentimiento previo, libre e informado.
Asimismo, el Comité seleccionó 3 programas, proyectos o actividades de salvaguardia que considere mejor reflejen los principios y objetivos de la Convención. Gracias a este registro de prácticas ejemplares, el Comité espera sensibilizar al público acerca de la importancia del patrimonio inmaterial y su salvaguardia.

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